Si alguna vez le has ofrecido leche, yogur, helado o queso a tu perro, lo más probable es que lo haya comido o bebido con mucho gusto. Pero seguramente también has escuchado que los lácteos no son tan buenos para ellos. O tal vez tu propio perro haya sufrido algún malestar estomacal después de comerlos.
Pero, ¿eso significa que todos los lácteos son malos para los perros? No necesariamente.
¿Has escuchado que algunas personas son intolerantes a la lactosa? Bueno, pues el problema con los lácteos y los perros es justamente ese, que muchos perros tienen intolerancia a la lactosa, algunos poca y otros muchísima.
¿Y qué es la lactosa? Es una especie de azúcar compleja que está compuesta por galactosa y glucosa. Cuando el cuerpo procesa el azúcar, tiene que romper las moléculas antes de poder absorberlas y para esto se necesita una enzima llamada lactasa que vive en el intestino delgado.
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