Lo más interesante que me pasó en vacaciones fue ver un gato con la cabeza y cola del color menos común, el rojo. El día que vi aquel suceso fue el sábado catorce, que había ido a la casa de mi tía, en su casa tiene un patio gigante donde tiene gatos, en ese instante observe a un gato negro que tenía la cabeza y la cola de un color inusual que era el rojo, me pareció muy extraño cuando lo vi, luego le pregunté a mi primo porque su gato estaba de aquel color, y me dijo la realidad de ese extraño gato.
La realidad era que mi primo, siempre haciendo sus travesuras,esta vez lo hizo con el gato. Había comprado tinta para el cabello de color rojo y le había teñido el cabello al pequeño gato mientras estaba dormido. Cuando el gato se despertó empezó a estornudar por el fuerte olor del tinte, además que el gato es muy joven para exponerlo de esa manera. Aquel hecho no es un buen cuidado para la mascota, porque la dañamos y hasta puede terminar mal, por suerte el gato resistió y ya se acostumbró a estar con el tinte.
