domingo, 22 de noviembre de 2015

¿Cómo saber si mi perro está enfermo?

De la misma manera que sus dueños, los perros pueden enfermarse de cualquier cosa, desde un simple virus hasta una condición más peligrosa con complicaciones graves. Como tu mascota no puede decirte cuando algo no anda bien, debes mantenerte alerta para reconocer ciertos síntomas. Siempre debes consultar con el veterinario si sospechas que tu perro está enfermo.

Evaluar el aspecto de tu perro

Paso 1: Observa si babea mucho o tiene mal aliento. El babeo excesivo o el mal aliento pueden ser signos de que el perro necesita la extracción de algunos dientes. Con el fin de evitar muchos problemas dentales, trata de entrenar a tu perro para que te deje cepillarle sus dientes. 
Busca los siguientes síntomas que podrían indicar un problema dental:
  • Tu perro come menos.
  • Es sensible a que le toques su hocico.
  • Tiene problemas notorios para masticar.


Paso 2: Trata de escuchar si tose en exceso o si su tos es estridente. Si tu perro tose, es posible que no sea un motivo de preocupación. Sin embargo, la tos que dura más de veinticuatro horas podría indicar algo más grave. En ese caso, haz que lo revise el veterinario.

Los problemas de tos pueden interrumpir el sueño de tu perro.
La tos en un perro puede indicar cualquier condición, desde una bronquitis leve hasta una dirofilariosis (enfermedad del gusano en el corazón). Por eso, llévalo al veterinario para que lo examine.



Paso 3: Presta atención a los cambios en la conducta de tu perro. Al igual que los humanos podemos actuar distinto cuando nos sentimos mal, es posible que notes cambios en la conducta del perro si no se siente bien. Estos cambios podrían incluir (pero no se limitan a): aumento o disminución del apetito o la sed, hiperactividad o reducción notoria de los niveles de energía. Si notas cambios en la conducta de tu perro, acude al veterinario. Ten en cuenta si se irrita cuando lo acaricias en una zona específica, ya que esto puede indicar que está lesionado o enfermo en dicha zona.

Paso 4: Mantente alerta en caso de llagas o bultos. Los perros pueden desarrollar vellos bajo la piel, quistes y otras imperfecciones cutáneas, así que no todos los bultos pequeños son motivo inmediato de preocupación. Sin embargo, un profesional debe evaluar los siguientes síntomas:

  • Crecimiento del tamaño del bulto.
  • Bultos profundamente arraigados en los tejidos.
  • Llagas sangrantes o supurantes (que producen pus).

Paso 5: Tómale la temperatura. Los perros pueden tener fiebre al igual que los humanos. Si este es el caso de tu perro (en especial cuando acompaña a otros síntomas) visita a tu veterinario lo más pronto posible.
Una temperatura de 39,4 °C (103 °F) es alta. Lleva a tu perro al veterinario lo más pronto posible. Una temperatura de 40,2 °C (104,5 °F) requiere atención médica inmediata.


Evaluar la dieta de tu perro

Paso 1: Observa si toma agua en exceso. Vigila la cantidad de agua que tu perro toma a diario. Si notas cualquier cambio importante en dicha cantidad, préstale atención. Beber demasiado o poco puede indicar un problema que requiere la atención del veterinario. Descarta las razones diarias como el juego extenuante o un día caluroso. Si observas que tu perro toma mucha más agua de lo normal durante una semana seguida, acude a tu veterinario.

Paso 2: Vigila el apetito de tu perro. Los cambios en el apetito (sobre todo los que provocan la pérdida o el aumento de peso) pueden indicar enfermedad. Siempre debes llevarlo al veterinario si observas una pérdida o aumento de peso repentino. A corto plazo, la pérdida del apetito puede ser una señal de fiebre, dolor o estrés, además de muchas otras posibles razones. Si la pérdida del apetito acompaña a otros síntomas notorios, debes ir al veterinario de inmediato.

Paso 3: Presta mucha atención a los malestares estomacales. Los vómitos y la diarrea son motivo de preocupación en los perros. Dichos síntomas pueden ser un signo de cualquier cosa, desde tragar un objeto afilado hasta úlceras y parásitos. Los casos aislados de vómitos o diarrea no necesariamente son una causa de preocupación. Los casos recurrentes (en especial los que duran más de veinticuatro horas) requieren una visita al veterinario. La presencia de sangre en los vómitos o la diarrea puede ser un síntoma grave y necesita tratamiento lo más pronto posible.

Evaluar el nivel de actividad de tu perro

Paso 1: Examina los niveles de energía de tu mascota. El letargo prolongado indica claramente que tu perro no se siente bien. Si bien no es necesario preocuparse por un perro cansado después de mucha actividad, presta atención a otros signos como la disminución de la tolerancia al ejercicio o la debilidad general combinada con el letargo. Si notas niveles de energía inusualmente bajos durante dos o tres días, debes acudir al veterinario.
El letargo combinado con otros síntomas, también requiere la atención del veterinario. Los niveles de energía demasiado altos también pueden ser un problema que necesite atención médica.

Paso 2: Pon atención al rascarse. Todos los perros se rascan muy seguido. Sin embargo, rascarse en exceso puede ser signo de un problema de salud. Si este es el caso de tu perro, no lo ignores. Busca estas posibles causas o pídele al veterinario mayor información respecto a ellas:
Rascarse en un signo típico de pulgas, garrapatas o ácaros de la sarna. Rascarse también puede significar problemas endocrinos u hormonales en el perro. Los perros también pueden tener alergias como los humanos, lo cual puede provocar picazón. Lleva a tu perro al veterinario. La mayoría de los veterinarios examinarán al animal, tratarán de establecer un diagnóstico o sugerirán pruebas para llegar a un diagnóstico. Después de examinarlo, tu veterinario puede prescribir un plan de tratamiento para corregir el problema oculto o al menos hacer que el perro se sienta más cómodo.

Paso 3: Observa si muestra dificultad para levantarse o problemas de movilidad. Si tu perro empieza a mostrar signos de rigidez, manifestada a través de dificultad para levantarse o subir escaleras, debes hacer que lo examinen. Este síntoma puede ser consecuencia de diversas condiciones, como la displasia de cadera, la artritis y la enfermedad de Lyme (la cual se adquiere por medio de bacterias que transmiten las garrapatas). Mientras más pronto trates la enfermedad de Lyme, mejor será el pronóstico, así que acude al veterinario lo más pronto posible si notas dicho síntoma, sobre todo en los perros más jóvenes.

Paso 4: Observa si respira con dificultad. Respirar con dificultad puede indicar un problema con el sistema respiratorio del perro. Identificar la causa puede ser difícil para ti solo. Llévalo al veterinario para que realice un diagnóstico preciso de los problemas de respiración del perro. Respirar con dificultad requiere atención de emergencia. Si sus encías tienen un tinte azulado, busca atención médica de inmediato.

Paso 5: Haz un seguimiento de los accidentes con sus heces u orina. Las mascotas entrenadas para hacer sus necesidades pocas veces empiezan a tener accidentes a menos que haya un problema. Si tu perro empieza inexplicablemente a tener este tipo de accidentes dentro de casa, probablemente el veterinario querrá programar algunas pruebas para descubrir el problema. Tener accidentes con sus heces u orina durante unos cuantos días seguidos es un claro indicador de que hay un problema.

Paso 6: Pon atención a los cambios importantes en la micción. Los cambios en la frecuencia con que orina tu perro, pueden indicar un problema. Observa si presenta sangre o decoloraciones extrañas en su orina. Si encuentras algo inusual respecto a su orina o hábitos de micción, habla con el veterinario. Un aumento o una disminución de la micción puede indicar la existencia de una enfermedad. Los problemas de orina podrían involucrar la presencia de cálculos renales o vesicales.

Saber cuándo buscar atención médica de emergencia


Paso 1: Observa si tiene arcadas no productivas. Si tu perro intenta vomitar y no puede, esto puede relacionarse con la condición fatal llamada dilatación gástrica. Llévalo al veterinario de inmediato para garantizar el mejor resultado.

Paso 2: Presta atención a los signos de debilidad. Si tu perro tiene problemas para pararse, se balancea o colapsa, debes buscar atención médica de inmediato. Incluso si el perro está cansado, debe ser capaz de pararse y moverse. Colapsar es un signo definitivo de que necesita atención médica.

Paso 3: Vigila si hay micción no productiva. Si tu perro trata de orinar, pero es incapaz de hacerlo, llévalo al veterinario de inmediato. La incapacidad para orinar indica alguna forma de obstrucción y puede ser muy grave.

Consejos:


  • Siempre vigila la ingesta de comida y bebida de tu perro para ver si manifiesta cambios en el apetito o signos de deshidratación.
  • Ten a la mano los números de teléfono del veterinario para encontrarlos con facilidad en caso de emergencia.
  • Sobre todo, debes conocer bien a tu perro para que puedas estar atento a los cambios en su aspecto y conducta.
  • También debes tener los datos de un veterinario alternativo que esté disponible las noches y los fines de semana.
  • Si no estás seguro de que tu perro esté enfermo, llama a la clínica veterinaria local.

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